En la radio, es el contador oficial de chistes bizarros. Toma un café cortado todas las mañanas.
Ese día, salió del trabajo camino al súper porque la leche en polvo estaba mala.
Al doblar en Zelarrayán, un colectivo lo levantó del asfalto.
Terminó en un Hospital, con algunos raspones y el pelo apelmazado de sangre seca.
A su mujer le dijeron: “lo atropelló un micro, pero está bien”. Antes de llorar, lo imaginó en la ventana tomando jugo con pajita.
Él también quiso llorar, pero su profesión había anulado ciertos rictus dramáticos, al punto de que su llanto parecía, gestual y sonoramente, un risa más.
¡No haber tenido un micrófono!
Hubiera pasado a la historia con un “lo mío fue mala leche”.
viernes, 17 de octubre de 2008
RECETA
para ser feliz
lo que dura un mordisco
basta hincar el diente en un durazno
cual si fuera manzana
advertencia
ante falta de convicción
la receta falla
si se logra
ahí donde se anunciaba la cáscara
asustará la pelusa
donde se prevenía la dureza
sorprenderá la pulpa.
suficiente
para subvertir el mundo
lo que dura un mordisco.
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