martes, 28 de julio de 2009

Mucho Gusto


Ahí está.
Antes un par de vigas de hierro ahora mi estructura telista.
Inhalo su olor a pintura fresca, miro hacia arriba y le sonrío espontánemente, como en una de esas presentaciones informales con desconocidos que nos caen bien.
Desde el centro de su barra horizontal, colgará mi tela.
Nos esperan tardes de sol y colchoneta.
Manguereadas masivas con amigos telistas, en verano.
¡Uh! Tortas de 80 golpes,
brownies de Andrés (sin nueces, porque es alérgico)
mates de La Noe,
Tania princesa y sus uñas francesitas glamour,
La Dolo ¡de vuelta!,
los rulos al viento de La Vani,
la sonrisa de laguna del Demian,
La Susy con sus ojos delineados y sus videítos choreados de Youtube,
novios y maridos en las reposeras viendo a los telistas dibujar el aire,
el Pregu y la Fiona olfateándolo todo y dejando regalos aromáticos en el cantero...
Y todos los que quieran estar (eso sí, en la entrada hay que desclazarse de malos humores)
Feliz feliz feliz estreno.
Tres veces feliz porque escuché por ahí que es el número de la perfección.
Y volar con amigos...lo es.

lunes, 20 de julio de 2009

Surtidos


Ay, ay, mi viejita…

Para empezar, vale aclarar que tiene todos los caramelos en el frasco, el tema es que son surtidos y a veces, no logra ponerlos en orden. O sea, en la misma caramelera conviven algunos Sugus, con otros de menta y chocolate, tres o cuatro de leche con maní, una cantidad generosa de gomitas frutales, triangulos de eucaliptus, caramelos media hora y un par de ácidos.
Esta variedad caótica ha dejado efectos secundarios agudos en su sistema de percepción, a saber:


1)
La otra noche estábamos viendo un programa de TV donde había cantantes famosos y mi mamá preguntó:

-Entre esos cantantes ¿estará el que le gusta a LEO?
-¿Quién?
-Ese, que le gusta a Leo… ¿Cómo es que se llama….?
-No sé cual de todos mamá...le gustan muchos.
-Ese que se llama… se llama… ALF.

(Al decir ALF mi madre quiso referirse a JAF, Juan Antonio Ferreira. Say no More)


2)
Una mañana, se despertó con dolor de cabeza. Se dirigió a su trabajo (el almacén LÍsola) decidida a tomar un analgésico. Como en el negocio se había cortado la luz y se le complicaba encontrar un vaso de agua para tragar la pastillita manoteó una botella en la que suponía, había agua y se la empinó.
ERA PROCENEX.

(Por suerte, escupió a tiempo)

3)
Días antes del incidente del Procenex, la Tana se levantó a la hora de siempre y como estaba muy muy dormida sólo recordó que debía ponerse unas “gotitas”, pero no recordaba donde.
Minutos después…

-Uy, qué tonta. ¡Me arde todo ! Tenía que ponerme estas gotitas en los ojos y me las puse en la nariz ¿Podés creer?

(Cómo no voy a poder creer. Si hay algo que soy es crédula. Si salí viva de mi infancia, con esta madre y todo, como para no creer en los milagros)

4)
Hablando de un departamento:

-Lo único que le falta al departamento es que le arreglen la "bocha"…viste la "bocha"...bueno está un poco carcomida, pero una vez que cambien la "bocha"…
-No te entiendo nada mamá ¿Qué es la bocha?
-¿Cómo? ¿La "bocha"? Eso donde te lavas las manos…

(La bacha, je.)
5)
A veces los caramelos se ordenan y suceden cosas como ésta:
Mamá viajando en colectivo, Bahía Blanca-La Plata, a mi encuentro. Va mirando el cielo por la ventana, metiéndose en él. Filosofa, escribe poemas con el pensamiento que nunca llegarán al papel y se acomoda para ver mejor. El acompañante del chofer atraviesa el micro y va cerrando las cortinas de todos los pasajeros. Cuando se acerca a cerrar la suya, mi madre exclama indignada:
-¿Cómo? ¿Y las estrellas?
(¿A quién se le ocurre, caramba?)

lunes, 6 de julio de 2009

SOMOS LO QUE HACEMOS


Conocí a Nico por un comentario en mi blog.
La poesía de sus palabras me llevó a conocerlo más y hoy sonrío cuando el remitente del mail tiene su nombre.
Intercambio de autores, fotografías, opiniones, miniautobiografías...una amistad en su punto naciente, como sol en el este.

La cosa es que un día, recibo este mail de NICO.

¿Te acordás que la semana pasada un taxista devolvió 130 lucas que encontró en el asiento trasero de su auto?
Bueno, hoy con un amigo armamos una página para premiar su honestidad.
Nuestra idea es devolverle las 130 lucas al tachero que ni recompensa tuvo (*) pero no queremos que la gente done plata, queremos que cada uno done lo que hace. Si tenés un restaurant, lo invitás a comer por 100 pesos. Si sos plomero, le regalás un reparación por 50 mangos. Y si vendés zapatos, le regalás un par.
Que cada uno done lo que tiene, para premiar la honestidad de este tipo.

Acá está el Site.
El objetivo nuestro: divertirnos y aplaudir públicamente a los que hacen bien las cosas.

http://www.devolvelelaguitaaltaxista.com/

Beso.
Nico.


Con esta modalidad se recaudaron S131.411 en calidad de chocotortas, cursos de inglés en EE.UU, clases de guitarra, afinaciones de piano, jabón en polvo, órdenes de compra, camisetas deportivas, maquillaje artístico, terapia, entradas para ver a Gimnasia, bufandas tejidas a mano, cenas, masajes descontracturantes y hasta juguetes y disfraces eróticos (y más)

Algunos pueden objetar que la honestidad no se premia, pero hay quienes no la tienen y no está mal reconocer a los que sí.

Mi donación fue simbólica: escribir un cuento con su historia, publicarlo en mi blog y hacerlo circular por mail.

(*) Santiago Gori confirmó más tarde que había sido recompensado por la pareja de jubilados.


Acá va el cuento:



Santiago fuma en la puerta de su casa sin animarse a bajar del taxi y el humo es un signo de interrogación colgado del aire: ¿Qué hago con esta mochila ahora? No todos los días suben al taxi dos pasajeros con aspecto de jubilados, hacen cinco cuadras y se bajan dejando en el asiento trasero una mochila con fajos que “a ojo” superan los 100 mil.

(¡Cieeeeeen mil! Puta madre. Todo lo que podría hacer con esta guita: terminar la casa, saldar la deduda con el banco por la licencia del taxi, darle una mano a los pibes...si fuera mía, claro)

Pita el cigarrillo como para extraerle el alma y le habla con la mirada (en voz alta sólo lo hacen los borrachos, los locos y los galanes de telenovelas) Sólo pensar en no devolverla y su corazón bombea contra el pecho como pájaro demente.

Santiago reconstruye la secuencia: los viejos suben en el Dardo Rocha, el hombre dice: “Hasta 3 y 48”, y él piensa: “Otro viaje corto, qué mala leche”. Después bajan una cuadra antes y pagan lo que corresponde. La siguiente pasajera es la que le avisa: “Acá se olvidaron algo.”

Quién sabe de dónde salió tanta guita, quienes serán ellos y cómo pudieron dejarla así, y sin embargo, tan poca pinta de dealers o mafiosos. MAFIA. Una lengua de frío en su columna vertebral. Es el momento de apagar el pucho, bajar del tacho y contarle a su mujer.

-Mirá negra -tira la mochila en la mesa como cazador a su liebre.
-¿Y eso?
-Mirá -la señala con los ojos- Mirá adentro.
-¿Y esa guita?
-Unos viejos, subieron en el Dardo Rocha, viajaron tres cuadras y se la dejaron en el taxi.
-¿Y cómo la viste?
- Por una que subió después.
-¿Y no te la reclamaron? ¿Saben que la tenés vos?
-Qué se yo ¿Vos viste la guita que es?
-¿Y qué vas a hacer?

El alivio de llegó con la pregunta porque Santiago ya conocía la respuesta. Podía hacer muchas cosas con esa guita, menos sentirla suya. Qué vas a hacer. Dentro de la mochila había un documento: "Carlos T". Ahora los verdes tenían nombre y apellido. También una dirección. Santiago buscó en la guía y encontró el teléfono de alguien con el mismo apellido de Carlos.

-Hola. Estoy tratando de ubicar a "Carlos T" y encontré su número…
- Sí –dubitativo- Es mi primo ¿Por qué asunto?

Enseguida ubicó a Carlos.

-Hola, ¿Carlos?
-Sssí ¿Quién habla?
-Soy el taxista que lo llevó hasta 3 y 48. Usted se olvidó una mochila ¿Dónde se la puedo alcanzar?
- Estoy en la Primera haciendo la denduncia por extravío –dijo Carlos que no terminaba de caer en que estaba a un paso de recuperar lo perdido, fruto de la venta de una propiedad-.

Al verlo en la comisaría y recibir la mochila, Carlos y su esposa sólo atinaron a un: “Negro, sos un santo”, que Santiago no se creyó, porque él solo cumplía con códigos de honor hereditarios. Hasta los policías lo felicitaban y le palmeaban la espalda, no muy acostumbrados a las buenas noticias.

De vuelta en casa, eligió su sillón preferido y sintió que todo estaba bajo control. Treinta años arriba del taxi, pensó. Imposible sacar la cuenta de las madrugadas de vigilia, de las telefonistas aburridas de cantar viajes, las bolsas de supermercado en los sucesivos baúles, changos, bebesites, tangos, radios, manchones de helado, billeteras olvidadas, perseguidos por sus mujeres y amantes, perseguidores, zombis, mascotas, extranjeros, embarazadas en fecha, aventureros, delirantes, desamorados, descorazonadas, optimistas y borrachos. La fauna del cemento que siempre le dio qué comer y de qué hablar. Tanto sacudir tapizados y llegar con lo justo. Pero la dignidad...ese poder abandonarse en el sillón tan livianamente.

Esa noche, en reunión familiar, se rieron de Nicolás, otro de los varones de la casa, de la foto que le había sacado a la mochila de oro antes de devolverla (“Cuando voy a volver a ver tanta guita junta”, había dicho el pibe) y pidieron helado.

Con la primera cucharada de chocolate, Santiago pensó en su padre y sonrió, seguro de que él (donde fuera) también estaría celebrando.

viernes, 3 de julio de 2009

LA TRIPA ASESINA Y EL DULCE DE MEMBRILLO Y/O BATATA

Ayer me cayó este SMS:
“Primero tuvimos el dengue, después la gripe porcina, empezá a cuidar el orto que anda la tripa asesina.”

La tripa asesina (brrrr, escalofriante)

Después de una espontánea carcajada seguí con mis cosas porque no suelo asociarme a este tipo de cadenas.

Pero llegó la noche y el aburrimiento empezaba a envilecerme. Entonces recordé el mensaje y se lo mandé a mi primo (entre otras víctimas)

Antes de transcribir los ida y vuelta de SMS aclaro algunos ítems indispensables:

Mi primo Leo trabaja con mi mamá en el almacén “L Isola”.

Mi mamá es algo así como su tía-Jefa.

Mi mamá es una “Tana de aquellas” lo que se traduce como una “ogra obsesiva de la cultura del trabajo acuñada en la frase el trabajo dignifica”.

Mi mamá (hormiguita incansable) espera lo mismo de su empleado (o sea, mi primo)

Mi primo toca el bajo, tiene la cabeza volada por amores inciertos y estudió Filosofía (un prontuario poco compatible con las necesidades básicas de alimentación del ciudadano medio cuyas preocupaciones son un tanto más terrenales que la música, el amor o el “Dios ha muerto” de Nietzsche)

Dentro de toda las tareas posibles en el almacén, lo que LEO más odia es cortar, en serie, el dulce de batata que viene del mayorista, en porciones de 300/400grs. y enfilmarlas (esto significa recubrirlas con “film” ese nylon transparente con que se recubren las bandejas de las rotiserías)
Una de las preguntas existenciales de LEO es por qué los “abuelos” que van al almacén consumen tanto dulce de membrillo y batata.

A la “tana” no le puede faltar ni un pedazo de dulce sin cortar y sin enfilmar.

Ahora sí, a los bifes.

ANI (a LEO)
“Primero tuvimos el dengue, después la gripe porcina, empezá a cuidar el orto que anda la tripa asesina.”

LEO (a ANI)
“Por lo visto estabas aburrida en tu hogar y decidiste compartir un poco de poesía fina con tu primo. Da gusto tener gente como vos trabajando en los medios y contribuyendo enormemente a la ilustración de nuestros adolescentes.”

ANI (a LEO)
Vos, menos filosofía y prepará la colita. La tripa asesina ataca primero a los almaceneros.

LEO (a ANI)
Lo único que me falta a mí, es que encima que laburo como un gnomo, soportando los constantes arrebatos de una bruja italiana (tu madre) encima venga una pija y me rompa el traste ¿Puede ser la vida tan injusta?

ANI (a LEO)
Mientras te agarra la tripa asesina vas a tener que seguir cortando el dulce. No se puede escapar al rigor de la tana.

LEO (a ANI)
Tu madre es una mujer muy perversa. Me hace cortar dulces aún cuando estos rebalsan en su estante. A veces pienso que soy presa de un odio visceral, indescriptible. Cuando estos pensamientos asaltan mi mente me estremezco profundamente...

ANI (a LEO)
Tu estremecimiento me conmueve. Voy a interceder ante la bruja. Igual no te hagas ilusiones. El dulce de batata es a los viejos lo que a los pibes el speed.

LEO (a ANI)
Juro que no me da la mente para entender el fanatismo que mis queridísimos abuelos profesan por tan horrenda y pegajosa confitura, muy desagradable de cortar y enfilmar. Eso y el placer sádico de tu madre en darme tan espantosa tarea. Mi pobre e inocente mente no alcanza a comprender como puedo ser objeto de tanto odio.

ANI (a LEO)
Más respeto a los abuelitos, cuando seas viejo no te quiero ver pidiendo dulce de batata. Acá dice mi vieja que están por incorporar dulce de guindas . Otro más para enfilmar. En castigo por hablar mal de ella.

LEO (a ANI)
A esa perversa mujer, cualquier excusa le viene bien para torturarme. Yo solo soy un pobre hombre destinado a soportar estoicamente los arrebatos de mi neurótica tía. Lo que más me duele es que vos encima bailes tregua y bailes catala celebrando la venida de una tripa asesina que me quite la poca dignidad que me queda...

ANI (a LEO)
Buenas salenas, cronopio! La tripa te sonríe. Y a mi vieja estás aprendiendo a odiarla “minuciosamente” como solo saben odiar los cronopios.

Movistar, contento (je)