miércoles, 29 de diciembre de 2010

Incertidumbre



corren
mis caballos,
blancos, negros, marrones,
por una inmensidad sin tiempo.

no hay hacia dónde
simplemente correr
no escucho su carrera
solo sus corazones
tu tuc
tu tuc

como cuando se está bajo el agua

los veo en movimiento
el polvo
las crines
una actitud
y van
y van

no están tristes
alegres
ni desbocados

no se detienen
tu tuc
tu tuc

la llegada es el camino

el instante en que laten
es el único instante

miércoles, 8 de diciembre de 2010

La historia de un amor

Si se trata de empezar, elijo Monte Hermoso, cuyas tardes de verano, ya por entonces olían a eucalipto, y a mar.

Pueblo muerto a la hora de la siesta, en un jardín prestado, yo juntaba caracoles. Caracoles vivos. Los había por cientos. Me gustaban por solitarios, por la extrema sensibilidad de sus ojos que se contraían ante el mínimo amague de contacto.

Durante el día, la nena de 11 años coleccionaba caracoles, por la noche, el asomo de mujer, soñaba con la fuerza rompiente de aquella voz prodigio.

El sueño tenía un nombre y un rostro: Luis Miguel.

“Fría como el viento, peligrosa como el mar, eres como un potro sin domar…”, sonaba el doble cassettera en la oscuridad de la habitación impersonal de una casa alquilada.

Grillos, penumbra, animarse a pensar en lo prohibido. Dar vuelta el cassette. Lado A. Lado B. La incondicional. Pupilas de gato. Por favor, señora. Culpable o no. Melodías sin tiempo a las que inventaba escenas, rostros, formas del amor. Mi propio videoclip.

***

Año 1992. Luis Miguel llega a la Argentina para dar dos recitales en el Luna Park. Del primer cajón de mi mesa de luz, saco una entrada. La beso. La vuelvo a guardar entre papeles de chocolatines y cartas con corazones flúo.

Esta vez, la ilusión es compartida. Mariela, mi casi hermana, remera Benetton fucsia, zapatillas foos de color, vomita en el colectivo que nos lleva a capital. La ansiedad por la proximidad del ídolo es para mí un laxante.

Entonces, la peor noticia: el padre de Luis Miguel agoniza en la cama de un hospital de Europa. Nuestros corazones se achican.

Él toma un vuelo Buenos Aires-Madrid pero no alcanza a sostener la mano viva de Luis Rey. Horas más tarde, de vuelta en suelo porteño, El Sol sale al escenario a demostrar que es grande.

América, de Nino Bravo, es un temblor en nuestros cuerpos adolescentes. Nos pellizcamos, para estar seguras. Estamos ahí. Y él también. Minutos antes sosteniendo la mano sin pulso de su padre, ahora, cantando.

“Cantar siempre ha sido una terapia”, dice por entonces.

***

Vélez Sarfield, Estadio Mundialista, Núñez, escenarios en los que somos testigos, una y otra vez, de su entrega.

“Yo sé que volverás cuando amanezca…¨, le pone letra y música a mi primer gran frustración amorosa. La escucho con auriculares en la hora de matemática de un aula de segundo piso de la Escuela Media Nº 3. Casi me la llevo a marzo. Pero las canciones las sé de pe a pa.

Inviernos de boleros, nuevas giras, su voz con alas, invitación a las alturas. Mudanzas, peleas, almanaques, elecciones, reconciliaciones. Todo, con sus discos de fondo. Vestigios de mar, colección de caracoles, eucalipto, grillos, alas.

***

miércoles, 1 de diciembre de 2010

COSA E' MANDINGA


I


El otro día me sonó el celu. Era la abu Ana.


Ani --Hola gorda.


Abu --Hola hijita ¿Pasa algo?


Ani --Nada ¿por?


Abu --Ah ¿Por qué llamabas?


Ani --Gorda, qué fumaste? Si vos me llamaste a mí.

Abu -- Yo no te llamé. A mí me sonaba el celular y cuando atendí eras vos. Yo estoy con La Mari que no me deja mentir. ¿No es cierto Mari? Decile a mi nieta.

La Mari --de fondo-- Sí, sí.


La abu Ana siepre busca testigos barriales-presenciales. Insistió hasta el final con que la llamé yo. Seguimos sin saber quién cuernos pagó la llamada.



II


Palabras que no reconoce mi fucking celular:


* dni o DNI


A cambio, me ofrece: fmi-emi-dog


¿Qué carajo tiene que ver mi Documento Nacional de Identidad con el Fondo Monetario Internacional, la discofráfica EMI o un maldito "dog"? Un poco perra soy (no adhieran)


* babas

Es llamativo porque sí reconoce su singular: baba. A cambio me ofrece cabar. Borges estaría a la puteadas. Cortázar se divertiría a lo loco.

* Ni hablar de los nombres propios. No tengo pretensiones de que los reconozca --se entiende-- pero en vez de Anahí soy cochi.



III

Hay un lugar de mi casa, un pasillo, por donde desde hace un mes o dos, mi perra Fiona no quiere pasar. No sabemos qué le pasa. Se resiste. Ni siquiera se deja tentar con bocados imperdibles. Probé con empanada de carne. Hasta con hamburguesa. Nada. Hay que arrastrarla tirando del collar. Es un tramo de un metro más o menos. Mi teoría es que en casa hay un Casper y que ella lo percibe. Por las dudas, el otro día, sentada sola en mi cama, le hablé al Ghost. Le dije: "Esta no es tu casa". "Tenés que irte porque acá vivimos nosotros", le advertí. Silencio. "Bueno, mirá, hacé lo que se te cante, pero no te me aparezcas nunca, eh, nunca". Hasta ahora, la convivencia es perfecta. Menos para Fiona que sigue tirando del collar.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Monólogo de La Thatcher




A veces mi vieja elige hablar, a respirar.


...no sabés soñé que me peleaba con Nico y me quería matar en serio me quería matar entonces me subía al edificio más alto y me quedaba en la cornisa no sabés un vértigo y como estaba tan descompuesta me decía Ma sí yo me tiro y me tiraba pero cuando estaba cayendo pensaba Qué boluda No era para tanto y cuando estaba llegando al suelo pensaba Ahora voy a sentir un golpe seco y me muero pero no cuando llegaba al piso caía tipo hada como flotando una sensación y salía caminando fresquita como una lechuga increíble y pensaba Viste tarada? Era el destino que no te tenías que morir...


Nota del autor: Nico es mi "hermanito" de 19 años.

jueves, 18 de noviembre de 2010

PARANOIAS payasescas

Imaginate que salís muy tarde de un Congreso muy interesante (tarde como para encarar la autopista Bs As-La Plata, en la que se convertiría en la segunda incursión al volante de tu amiga conductora)

Con actitud conservadora le sugiero a La Kruber: "¿Y si nos quedamos en lo de tu tía?".

Acepta enseguida, felíz de no tener que desafiar al tránsito porteño.

Su tía tiene una pensión en Once y nos recibe con cerveza y papas fritas. Hasta ahí, el paraíso, salvo porque este hostel está ambientado con objetos antiguos, colgantes. Un sórdido museo habitado donde, por momentos, sentís que esas cosas no te quieren ahí.

Entonces, con una servicialidad (¿Inventé una palabra? Ni ganas de googlear) que asusta, te prestan ropa para dormir y observás que las prendas huelen a no vos. Ahí le das cabida a los registros de tu Yo desorientado ("¿Qué hago en este lugar, en esta cama, con esta ropa?")


Cuando llegan las respuestas (salí de un Congreso, se hizo tarde, nos prestaron ropa, cama, habitación) aquel extraño rincón del mundo se vuelve amable. Hasta que...

... algo irrumpe en tu frágil equilibrio.

Una imagen que te observa desde el oscuro mueble que tenés justo frente a vos.



¡Es un mini IT! Y te mide como para desollarte mientras dormís.

--¿Este ente se va a quedar ahí toda la noche, mirándome? -- le digo a la Kruber, que ya está contando las primeras ovejas.
--Si querés lo sacamos.
--¿Estás loca? ¿Y dónde lo metemos? ¿En el mueble? ¿Y si el hijo de puta se escapa y vuelve solito hasta ahí y me doy cuenta de que está vivo? Naaaa, en esta no me agarra.

Por puro morbo, salto de la cama y me acerco hasta el engendro de porcelanato. Entierro mi dedo en su cabellera ficticia. Un espanto. Escalofríos.

Acto seguido le saco una foto (sí, sí, lo retrato para robarle el alma)

La Kruber se ríe de mi histeria, pega sus pestañas y a otra cosa. Todavía me pregunto cómo hice para dormir.

--Te juro que le ganó al payaso de La Tipa, --le digo a Abel, al otro día, contenta de estar en medio de tanta gente, otra vez en el Congreso, entre libros, micrófonos y gente.

jueves, 14 de octubre de 2010

De música ligera

* Cuando escucho Dont Speak de No Doubt, quiero romper la casa a lo Hulk, tirando sillas, revoleando ceniceros. Ser verde y enorme, quiero. Y hacer aaaaaaaaaaaaagggggggggggg con los brazos como Lou Ferrigno . En cambio, canto (cantar es una manera sutil de describir una serie de aullidos catárticos de un horrible inglés)

* Desde la península ibérica, Bebe, con Buscome se suma a mi ineficaz campaña antilípidos invernales depositados acá, justo donde aprieta el jean tiro bajo (sí, las bien conocidas chichas, un mal de moda) Y en la parte que canta “yo soy una montaña rusa que sube, que baja, que ríe, que calla...”, le saco chispas al caminador elíptico. Un día me voy a incendiar ahí arriba.

Hay un tema que sólo puedo escuchar en el sillón post limpieza total de la casa:
True Love Waits, de Radiohead.

*Si suena Amor a la Mexicana, de Thalía, aparece flotando --cual gato de Alicia en el país de las Maravillas-- la cara de Ana Mariela, reina de las madrugadas más ociosas, primera princesa del gin tonic y Miss Simptía de todos los que pudieran evitarnos el taxi del boliche al Rioba. Si la veo a mi primita haciéndose la mexicanota y gesticulando con dureza sensual: “PURA CAÑA, PURO AMOOOOOOOOOOOOOR”.

* Con Polaroid de locura ordinaria me enamoro. Qué se yo de qué. No me voy a poner a explicar el amor. Es algo que pasa o no pasa (esa es la mejor definición del amor que tengo en mi diccionario, no soy Neruda, viste?)

* Bienvenidos al tren es el cierre de las fiestas de la espuma de Hippodrome. Documentos empapados, un taxi que espera, borceguíes, minishort. Y ya en casa, mi vieja que se asoma a recibirme con cara de haber hibernado por años.

* Desesperada es Chocolate, a mediados de los 90 y mi amiga Euge sintiéndose Marta Sánchez. Robando miradas en la pista. Sabiendo que las roba. Una chica cool.

***************

La otra noche, después de la clase de telas, en el auto, encendí la radio antes de girar la llave para despabilar el motor.
Decía, la otra noche, sonaban los Guns.
Lluvia de noviembre pincelaba mi memoria cuando activé el limpiaparabrisas. Diluvié décadas. Aunque en Bahía sólo lloviznaba. Y era setiembre.



viernes, 10 de septiembre de 2010

A las piñas con las garrapiñadas




La semana pasada fui con La Thatcher --mi vieja-- a ver a Ismael Serrano. Cinco minutos antes de pasarla a buscar en el dunita, me cae un SMS.

--Espero la limusina.

Yo --Por supuesto, madame, no merece menos ¿lleva sus pieles?

Ella --Voy sencilla para pasar desapercibida ante los ojos de Ismael y por si me hacés empujar el auto.

Yo --Empujar el dunita sería lo mínimo que tendrías que hacer para amortizar el valor de la entrada...o el baile del caño, para el pancho y la coca.

Ella --Si hay que hacer algo deshonesto prefiero hacerlo yo antes que exponer a mi hija.

Yo -- Es que todo el tiempo me refería a vos.

Ella --Ja, pobre vieja, ¡entiende todo mal! Bueno, contá conmigo para traducirte las canciones.

Uno:

Aclaro a los fundamentalistas de la ecología que las pieles de mi madre no pertenecen a ninguna especie en extinción. Hay muchas más probabilidades de que se trate de un galgo desprevenido al que esquilaron en un barrio chino.

Dos:

Habrán notado que Ismael es español, por lo tanto, canta en español.

So, cuando La Thatcher dice que "cuente con ella" para "traducirme" las canciones es porque gusta de explicarme las letras IPSO FACTO, mientras la ronca voz del intérprete dibuja mundos paralelos, como si no pudiera comprenderlas por mí misma. My God. Años de terapia, llevo.

Para rematarla, en medio del recital se le ocurrió entrarle a las garrapiñadas.

--No estamos en el cine, ma.
--Ya sé, ya sé. ¡Señooooor! ¡Acá! ¡Queremos dos garrapiñadas!

Distingo que cualquier cosa se puede comer en cualquier lado --sí, sí, cualquier cosa, en cualquier lado he dicho-- pero ¡hay que tener en cuenta al prójimo inmediato!

O SEA... el crunch, crunch, crunch, de la masticada, ya de por sí indeseable en el cine, redobla su apuesta en un recital. Ni hablar del ruido del papelito.

Por si fuera poco, logró contagiar de esta fiebre de la garrapiñada a dos señoras de las cuatro décadas, ansiosas orales ellas, ubicadas en las sillas contiguas a la de La Tatcher. Muy cerquita. Y ya eran tres crunch, crunch, crunch, intermitentes, alternados.

Ya ven, soy una tipa de suerte.

:)


La noche en que mis ojos movieron los objetos






Anoche soñé que movía objetos con la mirada.

Fascinada por mi nuevo don hacía volar todo cuanto veía. Y cada vez que lo lograba me decía "es cierto, es cierto" y reía como loca, como cuerda.

Era en colores.

A las siete, cuando el celular activó su alarma, lo miré fijamente. Después me refregué los ojos y lo volví a mirar. Y otra vez. Y otra.

Pero no se movió ni medio milímetro de la mesita de luz.

Ufa.
Dos minutos después, miré fijamente el rollo papel higiénico en el baño, mientras me cepillaba los dientes.
Y a pesar de que tampoco voló, ni se mosqueó, me quedé todo el día con la sensación de que era cierto.
Las cosas se movían tal y como ordenaba mi mirada.


viernes, 3 de septiembre de 2010

Matteísmos must go on


I

--Papá...recién, en el cumpleaños, cuando nadie nos veía, decíamos mierda, culo, de todo...


II

La utilización Matteísta de los adjetivos, va in crescendo.

--Mamá, sos una vieja soqueta.

Lo de soqueta, vaya y pase. Puede ser. Ahora lo de vieja...

Le robo una frase a Joaquín: tan joven y tan vieja…like a Rolling Stone!


III

Matteo --Qué te pasa si comés plasticola? Porque L (un nenito del jardín) comió.

Yo --Y no le dolió la panza?

Matteo --No.

Abuela Silvia --Qué le pasa a ese chico que come plasticola?

Yo --Es un nene con problemas de conducta.

Matteo --No! No tiene problemas. Tiene un pedo en la cabeza...


IV
Previo nudo en la tela a la altura de sus brazos, Matteo presenta su propio show.

--Con ustedes la actuación de Matteo Sardina!!

Única espectadora, aplaudo con esmero desde el almohadón, en el piso.

--Ahora Matteo dará un vuelo increíble señores….un giro de setescientos GRAMOS

lunes, 30 de agosto de 2010

Tres Matteísmos y una Giulianada



Primer Matteísmo
A Matteo le gusta charlar mientras se baña. La cortina de la ducha le da cierta impunidad para decir todas esas cosas que, sin obstáculo de por medio entre emisor y receptor, muchas veces no se anima.

--Mamá ¿me querés mucho?
--Claro. Te amo.
--Ah, porque escupí por toda la casa. Era un secreto. Pero eso fue hace mucho…muuuuuuuuucho….cuando tenía…como cinco años.

(Tiene cinco años)

Segundo
Sale de su clase de básquet y ya en la puerta del club se le ocurre invitar a su amigo Oliver a jugar a casa. Pero su potencial huésped tiene otros compromisos. Entonces Matteo sube al auto decepcionado, pura lágrima y algo --bastante-- de arte dramático.

--Yooop noooopp seeeepp si esto se me va a pasar…. –-se ahoga estilo Chilindrina—No se me va a pasar con nada…noooop….con nada…o bueno…sí….con una cajita feliz capaz que se me pasa…

Tercer Matteísmo
Su papá está tomando sesiones de acupuntura por ciertas molestias de mediana data que la medicina tradicional no logra resolverle. Un día dijo, en presencia de Matteo, que si la coreana, al frente de la empresa agujística, le daba en la tecla, se casaba con ella.

--Papá se va a casar con la coreana?
--¡No! Papá hizo un chiste!
--Ah menos mal. Esa coreana es más vieja… --silencio-- Y a la noche, mientras estás durmiendo, te llena de agujas.


Giulianada
Giuliano tiene dos años y medio. Dice que le duele la cola y que quiere caca. Y en una de esas, "me pareció escuchar un lindo ruidito".
--Giuli, ¿te tiraste un pepe?
--¡No! Un pedo…


lunes, 9 de agosto de 2010

SE ACABO. ESTO RECIEN EMPIEZA.


Llegó el momento de reivindicarme. Esto lo escribí el lunes pasado. Hoy os lo comunico formalmente.


Hace tres meses que estaba con un fucking trabajo de parto. Horas y horas de entrenamiento para aprender a pujar y nada.

--Todo es cuestión de técnica –decían los especialistas.

--No te apures, no te apures. Ahí va mejor –se compadecían, a veces.

Y ahora que tengo en mis manos el fruto de este esfuerzo, advierto que mide lo que una falange y pesa menos que una uva.

Acabo de dar a luz a mi licencia de conducir.

Sí, ACABO (cualquier asociación con momentos placenteros de su vida íntima, se ruega compartir)

Pueden decirme Licenciada.

Y todos los que tengan interés en visitarme, recuerden que por un par de semanas, no hablaré de otra cosa más que de mi bebé.

viernes, 6 de agosto de 2010

Busco-me


“Somewhere over the rainbow….”, entro gritando a la redacción con todas mis ganas de recién amanecida y me siento frente a una computadora con mouse. Primer llamado de atención: mi computadora no tiene mouse.

Observo que el cajón de mi escritorio está sin llave y me sorprendo. Lo abro. Mi cajón no contiene, como este, dos reglas --una verde y otra blanca--.

Me invade un sentimiento de extrañeza que supongo hace que me vea como la máscara de la tragedia griega.

En un segundo todo mi mundo laboral conocido se esfuma en una nada que no alcanzo a descifrar.

Imaginen. Ustedes no abren la puerta de sus casas esperando encontrar del otro lado un chimpancé en medio de la selva golpeándose el pecho en un ritual de apareamiento. Ustedes esperan encontrar, cuales mascotas estáticas, los muebles de siempre.

Si hasta el monitor parece otro. Lo es.

Me acabo de sentar en el escritorio equivocado de la sección equivocada.

No miento.

--Hace mal la ginebra en ayunas --dispara un compañero testigo de mi pifia.

A mi favor, lo único que puedo decir es que la arquitectura de la redacción es confusa. Las computadoras están dispuestas en fila como incubadoras de la MATRIX.

La escena del desconocimiento de mis propias zapatillas se repite ahora con el escritorio. Algo estoy queriendo decirme, pero no me oigo.

No me recomienden ninguna pastillita porque enfrentaré esta situación a lo estoico.

Si voy a estar loca, prefiero que sea con lucidez.

domingo, 1 de agosto de 2010

Donde estás, Jhon Foos de mi vida que no...?



Lo primero que cada uno hace al finalizar la clase de acrobacia en telas es buscar sus zapatillas, ya que lo primero que uno hace al comenzar la clase es quitárselas. Sucede que para que el hallazgo se produzca, es menester recordar qué calzado se llevaba puesto.


No parece una tarea muy difícil, en eso coincidimos, pero no es mi caso.


Yo no sé si bajé mareada de la tela o llegué mareada a la vida --y las vueltas en el aire no contribuyen al equilibrio emocional--, pero hoy desconocí a mi propio par de Jhon Foos negras.


Al término de la clase, me paré delante de ellas y las negué tres veces para mis adentros, --una Judas total--.


--Mis pies no son tan grandes –pensé--.


--Estas zapatillas son de alguien que calza al menos dos números más que yo --me convencí--.


--Su dueña no las lava muy seguido --me dije.


Las vi ahí, cuales canoas ajenas, sucias y viejas y, por un momento, hasta tuve lástima de ese calzado huérfano y me solidaricé con su causa. Me faltaba aplaudir como cuando en la playa se pierde un chico.


--¿De quién son estas Jhon Foos negras?--, inquirí.


Silencio. Mis compañeos me miraron con el mismo desconcierto que mono de zoológico al que se le abre la jaula.


Casi en el mismo segundo que terminé de pronunciarla frese, me di cuenta. Eran mías. Y lo peor fue que ellos, también entendieron. La risa fue en efecto dominó.


Conclusión: mi pie creció, de eso no hay dudas, y algo está fallando en mi adaptación a estas paulatinas metamorfiosis. ¿Sigo creyendo que tengo pie de quinceañera?


Esto de distorsionar mis percepciones, empezando por la base que sostiene a todo el resto de mi anatomía, me inquieta.


¿Me reconoceré mañana al lavarme los dientes frente al espejo ? Se ruega a quienes me conocen no olviden, al menos, mi cara. A la brevedad, podría necesitar referencias.


Por lo pronto, lavé las zapatillas.

viernes, 14 de mayo de 2010

Al universo


De repente
estaba volando
el viento levantó su vestido
rosa chicle
a lo Marilyn
y se sintió una diva
se miró los dedos de una mano
de la otra
tatuados en movimiento
sobre un turquesa de cuento
y fresca como una sandía
agradeció
los ojos de los pájaros.


jueves, 29 de abril de 2010

Paradoja


Todo esto:

cola de hipocampo
baile de medusa
hambre branquial

manatí
caracol con panza de mar

espuma que se arranca del abrazo de la orilla
con su ritual de lengua histérica

cascada que se arroja
contra la roca
para mostrar al desnudo
su metamorfosis aérea
sus digresiones

ombligo
marca de nuestro origen acuático

todo esto
alguna cosa más
tal vez

(y yo sin poder tocarte
sin quemarme)

viernes, 16 de abril de 2010

My teacher´s things




Cosas de mi profesor de inglés:

1)

Teacher: ¿Qué querés preguntar?
Ani: Quiero preguntar qué paso mientras ella estuvo afuera.
Teacher: Dale.
Ani: ¿What happen while she was out?
Emilio: Señorita…lamento comunicarle que ¡LOS PASADOS EXISTEN!

A su alumno, "el psiquiatra", le dijo: “Los pasados existen doctor ¿si no de qué viviría usted?”
La contundencia de este taurino me hace tartamudear. Y me da risa. Gracias a eso sigo tomando clases de este idioma que me tiene mucha paciencia. Really.

2)

El teacher jamás tiene un “día de mierda” o “shit day”.
Simplemente dice: “Hoy tengo un día de meada”.
Líquido, escuridizo, molesto, caliente, apestoso.
Un día que chorrea.

3)

Me cuenta historias de sus alumnos que son para tirarse de la silla.
Un día me contó la historia de la “leonina”.
Dijo el teacher:
El padre abandonó a la leonina cuando era muy chica. El tipo era un marinero, mujeriego y borracho como todos los marineros y ya se veía que iba a terminar mal.
Una noche, estaba con una mina, cuando llegó el marido y al verlo enfiestado con su jermu lo mató de una cuchillada.
La leonina –que en ese entonces era adolescente y que como toda leonina tenía un carácter terrible— se quedó con la sangre en el ojo. Me dijo: “Era tan hijo de puta que se murió antes de que pudiera decirle todo lo que pensaba de él”.
Pasados unos años, se enteró de que su viejo estaba en un nicho, en su pueblo natal y fue hasta el cementerio, le pagó una coima al que cuida para que no la rondara, se metió donde estaba el jonca del padre, lo abrió y se sentó al lado del muerto. Y se quedó así, al lado del cuerpo del padre, hasta el amanecer.
Claro que lloró, se rió, lo puteó hasta en arameo y le dijo todo lo que le tenía que decir, no se guardó nada. Después, con la mayor naturalidad, cuando ya lo había perdonado, le besó la calavera y volvió a cerrar el jonca.
¿No es una historia fascinante? A García Márquez se le haría agua la boca.

miércoles, 31 de marzo de 2010

LO QUE SIENTO




Estoy descalza frente a una montaña muy alta
me paro frente a ella y la miro
es alta alta muy alta
pero no me asusta.

No tengo que subirla
sino atravesarla.

Conseguí un pico para empezar a cavar
pero aún no empiezo
sigo mirando la montaña
tal vez para recordar como era
antes de que deje de serlo.

Debo llegar a su epicentro rocoso;
no busco otra cosa más que su corazón,
dicho esto, en voz alta, empiezo a cavar.

Con un pico en la mano
pretendo cavar un túnel
hasta su eje.

Golpe a golpe comienzo a socavar las paredes.

Hace mucho calor pero no me detengo
un impulso ciego
me guía a deshacerme de lo que estoy buscando
y sé muy bien donde encontrarlo.

Pasan los días, cavo con frenetismo
hasta que la roca se va haciendo túnel.

Sigo cavando
caigo exhausta sobre mi cuerpo,
no como
no duermo
tengo que llegar.

He perdido la noción del tiempo.

Yo,
sólo soy yo
y el pico contra las paredes.

El pico y yo somos uno.

Ahora presiento que estoy cerca
en muy pocas horas
llegaré al centro.

Es todo lo que estaba buscando
pero de sólo pensarlo
estoy tan triste
que pierdo las fuerzas
y duermo por días.

¿Qué hago acá?
¿Por qué hay sangre en mis manos?
¿Por qué cavé con frenetismo?

Ahora lo recuerdo
el corazón de la montaña
está cerca.

Con la última herida
que le hago a la pared
aparece un agujero de luz.

Cavo con las manos.

Algo frío se asoma por el agujero
y me huele.

Es el corazón que busco
sólo que va dentro de un conejo.

Es un conejo hermoso
no le cabe otra palabra.

Lo ayudo a pasar
pues está atascado
y él se deja tomar por mis manos
con confianza.

Como si hubiera sabido
que venía por él.

Me mira y mueve la nariz.

Lo pongo tan cerca de mi cara
que sus bigotes me dan cosquilla y estornudo.

Me quedo a vivir con el conejo
en el centro de la montaña
y todo es tan lindo
que no sé si yo soy yo
si soy el conejo
o acaso
sea un sueño.

martes, 9 de marzo de 2010

TU CUERPO




Hola a todos y especialmente a todas!


Me gustó mucho esta frase, para el Día de la Mujer (ayer) y la comparto!


La Iglesia dice: El cuerpo es una culpa.
La ciencia dice: El cuerpo es una máquina.
La publicidad dice: El cuerpo es un negocio.
El cuerpo dice: Yo soy una fiesta!

Eduardo Galeano.



MUJER...en tu día:

Nunca olvides que tu cuerpo sabe lo que quiere.
Cuidalo.
No lo obligues a hacer nada que no quiera o sienta, sólo por cumplir con preceptos vacíos.
Viví en paz con tus deseos, que muy poco tienen que ver con las imposiciones de la publicidad, la ciencia o la falsa moralidad.
Decí NO a los que te tratan como un objeto sexual, un lugar que aún nos trata de imponer la ignorancia machista.
Como dijo Galeano...TU CUERPO ES UNA FIESTA!
Que nada ni nadie te impida recordarlo y DISFRUTARLO cada día!!!

martes, 9 de febrero de 2010

Gente linda

Ceretti, en la peatonal montehermoseña.


Carta que me hizo piantar una lágrima.

En la última semana de enero, conocí a Carlos Ceretti. Fue uno de mis primeros entrevistados, en el balneario de Monte Hermoso.

Ceretti es publicista desde hace más de 50 años, creador de slogans que todos alguna vez tarareamos y autor de las letras de ocho discos.

Es 16 veces abuelo y sigue teniendo la mirada de un niño.

A medida que hablaba de su vida y su trabajo, yo sentía que cada anécdota abría una puerta hacia alguna parte; como si todo él fuera una enorme casa, y sus palabras, una invitación a recorrerla. Sí, una enorme y soleada casa de verano.

Me esforcé en hacer una buena nota, tratando de rescatar su esencia. No por destacarme en una de mis primeras entrevistas para mi nuevo trabajo, si no por no vulnerar el alma de sus anécdotas –temía defraudarlo, apenas lo conocía y temía defraudarlo-

Sentía que él merecía que esa casa fuera presentada tal y como se mostraba. Y puse todos mis sentidos en ello.

El mismo día que se publicó la nota, Ceretti se acercó hasta la agencia donde yo estaba trabajando y me trajo una carta escrita de su puño y letra, que decía así:

“El REPORTAJE DE ANAHI”

Ayer me hicieron un rubio reportaje
donde un manojo de sueños preguntaba
sobre mi vida, mis quehaceres, mis canciones
(la gran pregunta es…si al lector le interesaba)

La periodista, deduzco, ha recibido
un 10 corrido en cualquier asignatura
pero doy fe, que en la que más se ha distinguido
debe haber sido: “Reportajes con ternura”.

A la tierna Anahí gracias por este reportaje inolvidable-
Inolvidable no por lo que leí en el diario, Inolvidable
Por lo que leí en los ojos.

Ceretti, Monte 29/1/10

Después de leerlo le di un gran abrazo,
no muy propio de entrevistador a entrevistado,
pero supe que no era de las personas que se fijan en lo "apropiado",
con lo cual me animé a retarlo y todo:

"Pero, Carlos, una vez que me pinto los ojos, se te da por traerme esta carta tan linda ¡No vale!"


Y así con el rimmel corrido,

y el alma llena de aire limpio

empecé esta nueva etapa.





lunes, 8 de febrero de 2010

Hijo e´ tigresa!

Matteo va teniendo cada vez más plumas en sus alas.

Despuntando el vicio, domingo por la tarde.



¿Qué pasa telistas? Show must go on! ¿Estamos al horno?













jueves, 4 de febrero de 2010

La Thatcher perdió la plantilla

Diálogo post Avatar de James Cameron, con mi vieja.

Ani-¿Te gustó la peli?
Mamá -Pseé...

Ani -No, no te gustó.

Mamá -Sí, un poco me gustó, pero ¿sabés lo que pasa? Ya no me la creo ¿viste? Tanto arsenal de guerra para matar a cuatro pobres indios con el arco y la flecha. No va, no va (niega con la cabeza, como si se estuviera sacudiendo pulgas)

Ani -Bueno, pero el género tiene esas cosas. Obviando eso ¿te gustó el mundo que inventó el director? Con esos animales exóticos, las formas, los colores... ¿y la historia de amor?

Mamá -¿Qué querés que te diga? La historia me pareció re trillada.

Ani - ¡Sos la dama de hierro! Implacable. Desde hoy sos la Thatcher.


Otra de la Thatcher....
La plantilla misteriosa

Después de unas cervezas en el patio de casa, con hermano Nico, cuñada Eve y mi la Thatcher, ellos emprenden la retirada. Nico la lleva a la Thatcher hasta su departamento.
Doy algunas vueltas por la casa, rituales inútiles que uno tiene antes de entregarse a las sábanas (ya saben, revisar las puertas, la perra, los dientes, las luces...) En eso estoy cuando cae un mensaje de la Thatcher.

-Perdí una plantilla. Fijate en el patio antes que la Fiona se la coma.

Sí, las plantillas son una nueva adquisición de la Thatcher. Se las recetó un pedicuro barrial octogenario. Ella opuso una resistencia inicial, con un "¿Y el glamour, Don? ¿Qué hago con el Glamour?" pero finalmente cedió. Peor era andar con los pies hinchados como sachet de leche.

Acompañada por mi miopía, el hocico intruso de la Fiona y la oscuridad, emprendo mi infructuosa búsqueda. De antemano tenía la batalla perdida, pero aún así me lancé al césped a por el adminículo ortopédico, que para empeorar las posibilidades de hallazgo, era transparente.

Minutos después, mensajes con la Thatcher.

-En el patio no hay nada ¿No la habrás perdido en el auto de Nico?
-Dice Nico que no. Fijate en el sector de la compu. Nico escuchó que algo se caía cuando pasábamos.

¿Qué ruido hace una plantilla al caer? ¿Puede una plantilla escaparse de tu sandalia sin que lo percibas? Sí, tratándose de la Thatcher.

Me fijé en el sector de la computadora y Nico tenía razón. La gemela perdida estaba sobre un tender (sí, onda gitanos)
¿Quién la puso ahí? Un caso para Expedientes Secretos X, o para Lost ¿O acaso se creen que los misterios suceden sólo en islas paradisíacas?

No señor, una plantilla siliconada, puede esconder grandes historias.
La Thatcher, feliz.

-¡Qué suerte! La encontraste. Me salieron 70 pesos.

Una semana después, volvió a extraviarla...y a encontrarla, esta vez, en el ascensor.

Estaba dicho. Las plantillas y mamá la Thatcher estaban en el inicio de un romance histérico, digno de varios capítulos de Migré.

miércoles, 27 de enero de 2010

Matteísmos de Verano


En la playa, también suceden Matteísmos. Éste sucedió mientras mi hijo practicaba formas en la arena.

Matteo -Estoy haciendo algo muuuuy gordo.

Tía Ceci -Ya sé, un oso.

Matteo -Noooo.

Tía Ceci -Un hipopótamo.

Matteo -Noooo. La panza del abuelo.

Plop, haría Condorito.
Plaf, el cachetón a la austoestima del abuelo, aunque teniendo en cuenta que Matteo hace un par de años le preguntaba si estaba esperando un bebé o si se había comido una pelota de fútbol, el episodio termina siendo unna caricia.

Desayunador del hotel que nos cobija. Hablamos con Ceci de lo bien que atienden las chicas y de todo el laburo que tienen.

Ceci -Corren para acá y para allá todo el día. Atienden bien, salvo la vieja ortiva...

Matteo -se ríe- ja jaaaaaaa! La vieja ORTIGA!


¿Se habrá imaginado una Hiedra Venenosa como la interpretada por Uma Thurman, en Batman, pero cuarenta años más tarde?

Ahora cada vez que veo a la vieja ORTIGA me contengo la risa.

Para mí ya es verde y pinchuda.

domingo, 17 de enero de 2010

FELICIDAD



No sé si les pasa, pero para mí escribir es como respirar.

Yo siempre escribo, aún cuando no escribo.

Cuando camino, voy escribiendo. Cuando hablo, cuando escucho una conversación en el colectivo, cuando viajo, cuando estoy quieta y hasta cuando despierto de un sueño.

A veces ya no sé cómo son las cosas realmente, porque mi escritura las filtra para darles la forma que quiero imprimirles.

Es como tener dos pares de ojos (me entienden ¿no?)

En torno a esto, ayer recibí una sorpresa de las lindas.

¿Preparados?

La página "Revista de Letras", de Barcelona (España) me nominó al "PREMIO REVISTA DE LETRAS A LOS MEJORES BLOGS INTERNACIONALES DE CREACIÓN LITERARIA".

Es mucho.

Cuando recibí el mail mi corazón aleteaba como pez fuera del agua.

Por un segundo sentí que era una broma. Pero no.

Qué lindo poder traspasar las barreras de tu país -las naciones son un invento- llegar a mucha gente porque sí, porque te da la gana, porque la vida es de colores y te tirás de cabeza en ella como cuando eras chico.

Este humilde blog nació por una sola razón: mi deseo de compartir palabras, invitar al juego, delirar, fantasear, hacer piruetas en la blogósfera con aquellos dipuestos a caerse, a levantarse, a reírse.

Para mí son muchos.

Gracias a todos y si quieren votar por este blog -o por alguno de los nominados- pueden hacerlo en http://www.revistadeletras.net/votaciones/

Tienen tiempo de votar hasta el 30 de enero.

Ahí podrán encontrar mis espejitos de colores y el de otros colegas de las letras que por estos días voy a leer y saborear.

Gracias otra vez por estar en este camino, por subirse a mis poesías y bancar los vacíos.

Por sumergirse.

Por hacer conmigo tantas pompas de jabón. No son virtuales, creanmé.

miércoles, 13 de enero de 2010

Lindas "Lucuras"

LLL y Matteo.

En la vida nos cruzamos con toda clase de locos, y nosotros mismos pertenecemos a alguna clase de ellos, aunque no lo asumamos o no queramos darnos cuenta.

Es que la cordura tiene un componente de locura y viceversa. El Yin y el Yan,que le dicen.

Están los locos jodidos, esos que no te pueden ver feliz ni un instante, como los que te dicen “¿Lavaste la manzana?” cuando estás a segundos de hincarle el diente y ya tu cara de inmensa dicha es un presagio de su sabor en tu boca (claro que hay quienes realmente te lo dicen "de onda" para evitarte las secuelas de cólera, porcina o algún otro bicho, pero es fácil darse cuenta)

Están los locos que no joden a nadie, que viven su mambo, colgados en su higuera mental, arrancando frutos de su ocio y riéndose de sí mismos, o compadeciéndose, pero en todo caso, sin humos perturbadores invasivos.

Los hay hiperquinéticos verbales, como esos amigos que te visualizan como una oreja mayúscula y depositan en tu amarga cera papiros virtuales de angustias, melodramas de las cinco y anécdotas varias.

En fin, hay mucho tipo de locos.

Hoy justamente me preguntaron “¿Cuál es tu raje? Porque algún raje tenés que tener para estar trabajando acá”.
Tarea para la casa.

Lo que quiero decir desde hoy es que hay un loco que es mi favorito por encima de todos, y es el loco lindo.

Hace poco estuvimos compartiendo vacaciones en Las Grutas, con uno de esos locos lindos que se llama Lucas. Pegó una terrible onda con mi hijo, que llegó a ponerse musculosa sólo para emular a su “tío”.

Es común en los locos lindos pegar onda con los niños porque conservan esa esencia de fantasía que los conecta con la magia, ese polvo de Campanita que los eleva donde estén.

Sucedió que en un momento dado, Lucas y Matteo estaban en el patio de la cabaña que alquilábamos en Las Grutas cuando vieron pasar a un tipo barbudo y desgarbado. Entonces Matteo, sin filtros, gritó con euforia: Papá Noell!!!

Claro que algunas características de este Santa Claus del subdesarrollo no encajaban pero Lucas las apretó cuales tuercas para que la ilusión de mi hijo se conservara ajustada a su inocencia.

  • Acá va el diálogo:

    LLL (Lucas Loco Lindo): Che, Matteo, ¿Qué hace Papá Noel acá, en Las Grutas?

    Matteo: Sí, ¿Qué hace? Y es flaco…

    LLL (Lucas Loco Lindo): No! Ahora está flaco, porque recién llega de gira, por las fiestas. Si estuviera muy gordo no pasa por la chimenea.

    Matteo: Pero él no tiene que pasar por la chimenea ¡sólo tira los juguetes! Yo me pregunto ¿Y los renos? Mirá, Papá Noel tiene auto.

    LLL (Lucas Loco Lindo): Y claro, porque si vos le pedís una bicicleta ¿Cómo hace para comprarte las ruedas? Tiene que tener auto para salir a buscarlas…

    Matteo: Y no usa lentes.

    LLL (Lucas Loco Lindo): Es verdad, no usa lentes, pero ahora ya sabemos por qué usa el gorro cuando anda de gira.

    Matteo: ¿Por qué?

    LLL (Lucas Loco Lindo): ¡Porque es pelado!


    Otras lindas “Lucuras”

    Para Lucas, en los libros de historia figura un personaje llamado “Juana de Arcor”.

    Al ver la película “Troya”, dijo: “Qué fantasmas los yankees estos…mirá que van a salir todos del caballo”.

    Para él no existe la crema Chantilly, sino Chantillín.

    Guada será “Wanda”, y Sacristán, “Sacristanti”, del mismo e inevitable modo que González será ser rebautizado como “García”.

    Es Norma “Pon” en vez “Pons” (tipo muñecos Pin y Pon)

    Y el Increíble Hulk parece mucho más agresivo cuando se lo llama “Increíble Giul”.